Las úlceras venosas, varicosas o flebostáticas, ocupan del 50% al 70% de las úlceras de pierna en pacientes mayores de 60 años. Más allá de la estadística, los pacientes que presentan úlceras venosas tienen una calidad de vida notablemente afectada.
La primera manifestación son las varices, que se acompañan de dolor que aumenta al transcurrir el día, sensación de pesantez, prurito, calambres o sensación de cansancio excesivo al final del día. Al formarse la herida hay salida de líquido de olor desagradable que mancha la ropa; lo que altera la imagen corporal del paciente y disminuye su movilidad, con consecuencias sociales y psicológicas negativas. En pacientes jóvenes, además puede haber pérdida de trabajo, lo que implica efectos económicos adversos.
Esto es posible gracias a que utilizamos tratamientos efectivos y novedosos: apósitos biológicos, injertos, plasma rico en plaquetas, nuevas medidas de compresión que son el estándar de oro en el manejo de estas ulceras. Con todo esto el especialista en cuidado de heridas ayudará a prevenir las recurrencias de las ulceras.