¿Por qué duelen las heridas?
Al dañarse la piel se activan los receptores del dolor llamados “nociceptores”, estos mandan la información al cerebro y es entonces cuando el mensaje nociceptivo (de dolor) es convertido en la experiencia consiente del dolor.
La unión mundial de asociaciones de cicatrización de heridas (WUWHS) define al dolor relacionado con heridas, como “síntoma nocivo o una experiencia desagradable directamente relacionada con una úlcera”.
Como resultado del dolor que padeces seguramente limitas tus actividades físicas, lo que puede llevarte a la inmovilidad, pérdida de la independencia, aislamiento social, depresión y sentimientos de desesperanza. Si tu dolor es continuo o aumenta por la noche, interrumpiendo tus horas de sueño, aumenta la fatiga y la pérdida de la energía. Es por esto tan importante que cuando acudas con tu médico especialista en el manejo de las heridas le digas que ¡TIENES DOLOR!
El dolor relacionado a las heridas se puede dividir en agudo y crónico, según su duración, y en nociceptivo y neuropático, según su fisiopatología.
El dolor agudo puede considerarse como un síntoma y su duración suele ser limitada en el tiempo, es decir, ocurre durante la limpieza de la herida o el cambio de apósito y después desaparece. Este tipo de dolor responde bien al tratamiento con analgésicos.
El dolor crónico es el que persiste en el tiempo y se presenta aún sin tocar la herida, aunque puede aumentar con la limpieza o cambio de apósito. Es el dolor que se desarrolla cuando se produce la herida y se manifiesta constante, espontáneo y en algunos casos puede durar incluso haste después de que la herida ha cerrado. Bajo estas condiciones, el dolor pierde su finalidad, “servir de alertar” y se convierte en sí mismo en una enfermedad.
El dolor nociceptivo es el derivado de la estimulación de los nociceptores (receptores nerviosos del dolor). Es referido por el paciente como corrosivo, sordo, pulsante y a la palpación. Por lo general responden bien al tratamiento convencional.
El dolor neuropático es definido por la sociedad internacional para el estudio del dolor, como “síndrome doloroso debido a una lesión nerviosa, ya sea en el cerebro o en los nociceptores y donde se alteran los mecanismos neuromoduladores de las vías de transmisión nociceptiva”. Este tipo de dolor es muy frecuente en los pacientes con heridas crónicas. Por lo general se acompaña de un componente psicológico importante, por su carácter crónico.
Es muy importante que le digas médico que presentas dolor, no solo para evitar el sufrimiento, si no por que mientras más dolor tengas más dolor puedes tener…
Te explico, cuando las terminaciones nerviosas se activan de forma prolongada se produce algo llamado “sensibilización periférica”, lo que ocasiona que los estímulos dolorosos se perciban con mayor intensidad que antes y que empiece a doler también la piel alrededor de la herida.
Así que no esperes más, si padeces dolor a causa de tu herida acude al especialista en el manejo de heridas quien te podrá dar el tratamiento adecuado.
¡Que tengan un excelente día!