El tiempo de cicatrización de cada herida varía según la causa y los antecedentes de cada paciente; no es lo mismo una úlcera venosa en un paciente sano, que con tratamiento adecuado cierra en aproximadamente 3 meses, a una úlcera venosa en un paciente con diabetes en el que se tienen que controlar muchas variables como la glucosa (azúcar), la irrigación arterial o la infección, por lo que puede tardar el doble de tiempo.
Pensamos que una herida está infectada cuando no mejora pese a un buen tratamiento, cuando aparece dolor o aumenta, cuando la herida sangra más de lo habitual o presenta áreas de necrosis (tejido negro), cuando aumenta el exudado (líquido que sale de la herida), sale pus o tiene un olor fétido (desagradable). Si la piel que rodea a la herida, presenta aumento de temperatura, coloración rojiza, hinchazón (edema) o cuando la herida aumenta de tamaño.
Hay úlceras que por la enfermedad que les da origen tienen exudado abundante, como en el caso de las úlceras venosas o quemaduras. Otra causa de exudado abundante es la infección, por lo que hay que acudir al médico cuando el exudado aumenta o se torna purulento y fétido (olor desagradable).
La función del dolor es alertarnos ante complicaciones como infección, presión excesiva o la isquemia tisular (falta de oxígeno en la piel), cuando el vendaje está mal puesto o existe irritación por algún apósito aplicado.
Una vez atendida la causa, si el dolor persiste, es importante decírselo al médico para que él pueda recetar el analgésico adecuado.
Son edad avanzada, obesidad, antecedente de traumatismo en extremidades inferiores e historia de flebitis o trombosis venosa profunda, antecedente familiar de enfermedad venosa, permanecer de pie por tiempo prolongado, embarazos múltiples, y falta de movilidad de las piernas.
Las úlceras venosas se localizan principalmente en el tercio inferior de la pierna, en el área del tobillo; usualmente son unilaterales, aunque pueden ser bilaterales. La piel de alrededor generalmente se encuentra macerada por el exudado abundante, y con coloración ocre (color más obscuro alrededor de la herida). La extremidad presenta pulsos normales, varices y edema.
El pie diabético se debe a tres factores fundamentales:
- La neuropatía, que es la responsable de la pérdida de sensibilidad y de las deformaciones del pie, que alteran la biomecánica ocasionando puntos de hiperpresión, que generan la formación de tilomas (callos) en zonas de fricción o presión, lo que causa las heridas del pie diabético en el 85% al 90% de los casos.
- La angiopatía, daño a los vasos sanguíneos, que ocasiona zonas de isquemia.
- Las alteraciones inmunológicas que facilitan la infección.
La neuropatía, la angiopatía y la baja de defensas empeoran si la diabetes no es bien controlada o tuvo muchos años en descontrol.
El control de la glucosa (azúcar) es muy importante, ya que el daño a los vasos y a los nervios es condicionado por niveles altos de glucosa en la sangre.
Es muy importante como parte de la prevención:
- Uso de zapato especial para diabético.
- No usar zapatos apretados.
- Uso de plantilla especial para cada pie.
- Revisar diario los pies.
- Cortar las uñas en forma cuadrada y no muy cortas, evitar el pedicure.
- Nunca estar descalzo.
- Lavar diario los pies con agua a temperatura ambiente y con jabón neutro.
- Secar los pies con delicadeza, sobre todo entre los dedos para evitar la humedad.
- Lubricar bien los pies con vaselina o crema evitando poner producto entre los dedos.
- Si fuma, DEJE DE FUMAR. El tabaco disminuye el flujo sanguíneo a los pies.
- No meta los pies en agua caliente, antes de hacerlo hay que sentir la temperatura con el codo o pedirle a otra persona que lo haga. No use almohadillas calientes.
- Ante cualquier herida, por mínima que sea, acudir al ESPECIALISTA en CUIDADO DE HERIDAS.
El pronóstico del paciente quemado depende de la extensión de superficie corporal total quemada, de la profundidad y localización, de la causa de la quemadura, el tiempo en el que se le brinda la primera atención y las condiciones previas del paciente.