Una inflamación ocurre cuando se acumula líquido alrededor de los tejidos y órganos en el interior del cuerpo, esto también se conoce como “edema”. La inflamación de las piernas, las manos y el área del estómago puede ser molesta y ser un síntoma de un padecimiento más grave. Los médicos pueden tratar la inflamación de distintas maneras, dependiendo de la causa.
La actividad física puede ayudar a mantener bajo control la glucosa en la sangre, el peso, la presión arterial y también puede prevenir problemas circulatorios y cardiacos al reducir los riesgos de cardiopatías y daños nerviosos, los cuales son complicaciones de salud comunes entre las personas con diabetes.
Aun si usted ha tenido diabetes por mucho tiempo, es importante aprender más sobre el cuidado de los pies y reducir su posibilidad de tener problemas que puedan resultar en la amputación de un dedo, un pie o una pierna.
Aún si usted ha tenido diabetes por mucho tiempo, este folleto le puede ayudar a aprender más. Úselo para hacer su propio plan para el cuidado de los pies.
Alrededor de la mitad de las personas que padecen diabetes presentan algún tipo de daño a los nervios, lo que se conoce como neuropatía diabética, este daño puede conducir a problemas graves con el tiempo.
Debido a la epidemia de obesidad que enfrentamos actualmente, las tasas de diabetes continúan en aumento, las estadísticas existentes son realmente alarmantes. Se estima que unos 29 millones de estadounidenses tienen la enfermedad, un aumento de casi el 12 % de los 26 millones de diabéticos en 2010.
¡Hay mucho que aprender sobre la diabetes! Si acabas de enterarte de que la padeces, esta guía te dará una idea general de cómo manejarla.
¿Sabías que uno de cada 10 pacientes con diabetes tendrá una ulcera en el pie? De estos, más o menos una de cada cinco terminarán teniendo una cirugía para remover una parte del pie o pierna debido a infecciones o problemas de la úlcera.
El olor, es quizá uno de los síntomas ocasionados por las úlceras crónicas que más afecta la calidad de vida de los pacientes y su relación con los demás. Es un signo muy frecuente, y sin embargo, poco valorado en el abordaje terapéutico de las heridas.
Realizar de forma regular y sistemática una actividad física ha demostrado ser una práctica muy beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, a la vez que ayuda al carácter, la disciplina y a las decisiones en la vida cotidiana.
