Las úlceras arteriales son secundarias a insuficiencia arterial, es decir, a la obstrucción parcial o total de las arterias, lo que lleva a la muerte del tejido (muerte de células) y ulceración. Esto se observa sobre todo en piernas y pies donde las arterias se ocluyen con mayor frecuencia por ser de menor calibre (mas angostas).
El paciente refiere dolor en las extremidades con el ejercicio; sensación de adormecimiento o fatiga de las piernas; dolor nocturno en los pies cuando el paciente ya está recostado, que se quita al moverse o ponerse de pie; o dolor al caminar determinadas distancias que le impidan seguir avanzando.
La pierna y el pie se encuentran fríos y sin vello, la piel se observa delgada y brillosa.
El dato más importante para confirmar la sospecha de úlcera arterial es la ausencia de pulsos en el pie o atrás de la rodilla.
Ante este cuadro lo más importante es acudir con el especialista en cuidado de heridas, quien sabrá diferenciar entre una ulcera venosa y una ulcera arterial, ya que el manejo es totalmente distinto.
![Úlcera Arterial](http://www.curaciondeheridas.mx/wp-content/uploads/2014/02/ulcera-arterial-300x225.jpg)
En esta úlcera arterial observamos un aro rojo alrededor de la herida que nos siguiere la presencia de infección.
El diagnóstico se confirma realizando estudios vasculares invasivos o no invasivos, como el ultrasonido dúplex arterial o la arteriografía, considerada como el estándar de oro para este diagnóstico.
Este tipo de heridas requiere de un tratamiento multidisciplinario, en el que el cirujano vascular, mediante cirugía abierta o cerrada, revasculariza (regreso de la circulación normal de la sangre) la extremidad afectada y el especialista en el manejo de las heridas logra, mediante técnicas avanzadas, el cierre total de la herida, así el paciente mejora su calidad de vida y se reincorpora a su vida diaria de una manera más rápida