Curación de Heridas

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¿Qué hacer con el mal olor producido por úlceras crónicas?

El olor, es quizá uno de los síntomas ocasionados por las úlceras crónicas que más afecta la calidad de vida de los pacientes y su relación con los demás. Es un signo muy frecuente, y sin embargo, poco valorado en el abordaje terapéutico de las heridas.

Entre los síntomas ocasionados por las úlceras crónicas, quizá el olor, es uno de los que más afecta la calidad de vida de los pacientes y su relación con los demás, puede llegar a causar aislamiento social, repulsión, sentimientos de culpa, y depresión. La presencia de mal olor es un signo muy frecuente, y sin embargo muy poco valorado y considerado en el abordaje terapéutico de las heridas.

Gethin G y colaboradores realizaron una investigación mediante una encuesta en línea a profesionales de la salud (enfermeras, médicos, cirujanos) de 36 países, sobre aspectos de su práctica para la valoración y el manejo del olor en úlceras crónicas de diversas causas. A pesar de que existe un consenso sobre la necesidad de valorar la presencia de olor en las úlceras, en la encuesta realizada, solo 12% de los profesionales indicaron que consideran la valoración del olor dentro de la evaluación de la herida, la mayoría usan algún adjetivo para describirlo (fétido, pestilente, fuerte, nauseabundo…) esto pone de manifiesto una vez más la distancia que hay entre la teoría de lo que hay que hacer (según las guías de práctica clínica) y la práctica real.

En esta encuesta, los investigadores preguntaron sobre los tipos de apósitos o productos que usaban para tratar úlceras con mal olor, y lo que es más interesante, sobre la eficacia percibida para los productos usados por estos profesionales.

Los productos usados en orden decreciente de eficacia fueron: carbón activado; alginato con plata; hidrofibra con plata; y apósitos con yodo. Parece claro que los apósitos con antimicrobiano están entre los más efectivos para controlar el olor, según la experiencia de estos profesionales.

Otra herramienta útil para disminuir el olor de las heridas crónicas es el desbridamiento (quitar el tejido muerto o cuerpos extraños de la herida) gentil, sobre todo en pacientes con tumores exofíticos (realizado por un experto por el alto riesgo de sangrado que presenta), ya que al retirar el tejido necrótico presente disminuye la carga bacteriana.

En las úlceras venosas, es imperativo el uso de compresión, ya que de esta manera se logra disminuir el edema (hinchazón) y por ende la cantidad de exudado (líquido que sale de la herida) disminuyendo el olor que presenta la herida.

En resumen, el abordaje del mal olor en las úlceras crónicas, es un aspecto poco valorado, sobre el que no hay suficiente soporte en las guías de práctica clínica, y que sin embargo impacta de una manera negativa la calidad de vida de los pacientes, sobre todo en los que tienen úlceras neoplásicas, pero también en úlceras venosas y úlceras por presión.
 
Si su herida presenta un olor desagradable que no le permita realizar sus actividades cotidianas, coméntelo con su especialista en manejo avanzado de heridas, él le aplicará el apósito que más le ayude dependiendo de la causa y características de la herida. De esta manera usted podrá realizar sus actividades de una forma más libre y segura.

¡Que tengan una excelente semana!
Dra. Adriana lozano Platonoff

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