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Información para paciente: Cuidado de los pies en los pacientes diabéticos

Una vista general de las complicaciones que se presentan en los pies de los pacientes que presentan diabetes y una guía de cómo cuidar los pies.

Información para paciente: Cuidado de los pies en los pacientes diabéticos

Los problemas en los pies son una complicación frecuente en los pacientes con diabetes. Afortunadamente todos estos problemas se pueden prevenir teniendo ciertos cuidados con los pies. Si las complicaciones ocurren, los cuidados diarios asegurarán una detección antes de que el problema sea serio. Tomará tiempo y esfuerzo construir buenos hábitos adecuados, pero el autocuidado es esencial.
De hecho, cuando se trata del cuidado de los pies, el paciente es un miembro esencial del equipo médico.

Aquí les presento una vista general de las complicaciones que se presentan en los pies de los pacientes que presentan diabetes y una guía de cómo cuidar los pies.

Diabetes y las complicaciones de los pies

La diabetes puede ocasionar varias complicaciones en los pies de los pacientes que la padecen, como pie de atleta, callos, deformidades de los pies, o úlceras que pueden ser profundas o superficiales.

Circulación disminuida. Los niveles altos de azúcar (glucosa) sostenidos pueden dañar los vasos sanguíneos disminuyendo el flujo sanguíneo a los pies. Esta pobre circulación puede debilitar la piel contribuyendo a la formación de úlceras y a su deficiente cicatrización. Algunas bacterias y hongos crecen con mayor facilidad con niveles altos de glucosa, produciendo infecciones que afectan la piel ulcerándola o bien complicando las úlceras ya presentes.

Una complicación mayor la constituyen las infecciones profundas de tejidos blandos o de hueso. La gangrena (muerte del tejido) es una complicación muy seria que puede incluir infección, si la gangrena diseminada puede requerir amputación. Aproximadamente el 5% de hombres y mujeres eventualmente requerirán de una amputación de dedo o del pie. Estas consecuencias trágicas pueden ser prevenidas en la mayoría de los pacientes manteniendo adecuados niveles de glucosa en sangre y haciendo una revisión diaria a los pies.

Daño nervioso. Los prolongados niveles altos de glucosa en sangre ocasionan daño en los nervios disminuyendo en el paciente la habilidad para notar el dolor y la presión, es decir la sensibilidad. Sin la sensibilidad es fácil desarrollar callos en los puntos de presión o fricción y dañar la piel, articulaciones y huesos. Con el tiempo, el daño en los huesos y articulaciones puede alterar dramáticamente la forma de los pies. El daño a los nervios, también llamado neuropatía, puede debilitar ciertos músculos lo que contribuye a estas deformidades.

Factores de riesgo. Los pacientes que ya presentaron una úlcera de pie son más susceptibles a presentar fututas complicaciones de los pies. El daño nervioso, la pobre circulación y los niveles altos de azúcar en la sangre sostenidos también aumentan el riesgo de presentar complicaciones en los pies.

Es importante usar zapatos que le queden bien al paciente. Los zapatos apretados pueden causar úlceras por presión. Caminar descalzo, incluso en casa, debe de evitarse, ya que incrementa las posibilidades de dañarse el pie.

Revisión de los pies. Es importante que el médico revise los pies de los pacientes diabéticos por lo menos una vez al año.

Durante la revisión de los pies, el médico revisa la circulación, daño nervioso, cambios en la piel y deformidades. El paciente debe de notificar cualquier cambio o problema que hayan notado en los pies. El examen puede revelar ausencia o disminución de los reflejos o disminución en la sensibilidad de presión, vibración y cambios en la temperatura.

Dispositivos especiales, incluyendo el monofilamento o diapasón, pueden ayudar a determinar la extensión del daño nervioso. El monofilamento es un hilo de nylon muy delgado y flexible que se usa para determinar si un paciente siente la presión en varias áreas del pie. El diapasón se utiliza para ver si un paciente puede sentir la vibración en varias áreas, especialmente en el pie y en las articulaciones de los dedos.

Posibles problemas.

Circulación pobre. Algunos datos simples nos pueden indicar problemas de circulación: Pulsos ausentes o disminuidos, pies fríos, piel delgada y brillosa, ausencia de vello, todas estas señales de que el pie no está recibiendo la cantidad de sangre adecuada.

Daño nervioso. El daño nervioso puede llevar a sensaciones inusuales en los pies y piernas incluyendo dolor, quemazón, ardor, entumecimiento, hormigueo y fatiga. Es importante que el paciente le describa al médico el tipo de sensación que presenta, desde cuando, en que parte del pie o pierna lo presenta y que aumenta o disminuye esta sensación.

El daño nervioso puede avanzar sin causar síntomas hasta que el paciente pierde la sensibilidad. Esto puede ser muy peligroso porque la persona no se dará cuenta de que le quedan apretados los zapatos, una piedra o cualquier objeto en el zapato que pueda causar daño.

Cambios en la piel. La piel excesivamente seca, descamada y agrietada puede indicar que la circulación de la piel está comprometida. Otros cambios en la piel pueden incluir callos, piel blanca (macerada) o abierta entre los dedos.

Deformidades. La estructura y apariencia del pie y sus articulaciones pueden indicar complicaciones en el pie diabético. El daño nervioso puede llevar a deformidades del pie. Los dedos pueden adquirir forma de “garra” (dedos en garra) o bien el arco del pie y otros huesos se pueden colapsar, lo que se conoce como pie de Charcot.

Previniendo problemas de los pies en los pacientes diabéticos

El control adecuado de los niveles de azúcar en sangre puede prevenir el daño en los nervios y en los vasos sanguíneos que a menudo conducen a complicaciones del pie diabético. Si se produce una herida de pie o úlcera, el control de azúcar en la sangre reduce el riesgo de requerir la amputación.

El cuidado de los pies es importante, aunque los pacientes también deben de continuar con los cuidados generales para el manejo de la diabetes.

Las siguientes estrategias pueden reducir las posibilidades de desarrollar problemas en los pies

Dejar de fumar. El fumar acelera los problemas vasculares y del corazón y reduce la circulación en el pie.

Evitar actividades que puedan dañar los pies. Algunas actividades aumentan el riesgo de daño en los pies por lo que no se recomiendan. Algunas de ellas son: caminar descalzo, usar cojines eléctricos calientes o botellas de agua caliente en los pies o meterse en la tina con agua caliente antes de probar la temperatura.

Cuidado al cortar las uñas. Recorte las uñas de los pies de forma recta y sin dejar bordes picudos que puedan lastimar. Nunca corte las cutículas. No intente quitar callos, ampollas, uñas encarnadas, siempre acude con tu médico o podólogo para que le realice los procedimientos, incluso el corte de uñas.

Lave y revise los pies diariamente. Lave los pies con agua tibia y jabón limpiándolos suavemente. Seque muy bien el pie, sobre todo entre los dedos.

Seleccione zapatos y calcetines adecuados. Seleccione calcetines de algodón que se ajustan sin apretar, y cámbielos todos los días. Seleccione zapatos que estén ajustados, pero no apretados, y debe hormar los zapatos nuevos lentamente para evitar las ampollas. Zapatos especiales para pacientes con diabetes pueden reducir las posibilidades de desarrollar úlceras de pie en el futuro. Las plantillas también pueden ayudar a amortiguar el paso y disminuir la presión sobre las plantas.

Pida su revisión de pies. Una exhaustiva revisión de los pies debería de ser parte de la visita anual al médico, sin embargo algunas veces no se realiza, no dudes en pedirle a tu medico una revisión al año o incluso más frecuente cuando ves cambios en los pies.

Tratamiento del pie diabético

El tratamiento depende de la severidad de la úlcera y de las complicaciones que presente el paciente.

El tratamiento de las úlceras superficiales generalmente incluye limpieza y remoción del tejido muerto (desbridamiento) por un experto en el manejo de heridas. Existen varios tipos de desbridamiento disponibles.

Si el pie está infectado, será necesario dar antibióticos. El paciente o su familiar/cuidador deberá de realizar una limpieza en la herida y colocar apósitos con agentes antimicrobianos tan frecuente como lo indique el especialista en el manejo avanzado de heridas. El paciente tiene que evitar pisar si la lesión está en la planta, para quitarle la presión al 100%. Si presenta fiebre, aumento de la temperatura o del color rojo de la piel tiene que acudir al médico lo antes posible.

Las úlceras que llegan a las capas más profundas del pie, incluyendo músculo y hueso, usualmente requieren de hospitalización. Se tienen que realizar exámenes de laboratorio y Rx más extensos y generalmente necesitan de antibiótico por la vena. Puede ser necesaria la cirugía para remover el hueso infectado o bien poner un yeso de contacto total para quitar la presión.

Si parte del dedo o pie se ve severamente dañado causando áreas de tejido muerto (gangrena) la amputación parcial o total puede ser necesaria. La amputación se reserva únicamente para los pacientes que no tienen potencial de cicatrización, pese a un buen tratamiento, y para aquellos en los que la gangrena pone en peligro la vida.

Algunos pacientes con ulceras severas y enfermedad vascular periférica (pobre circulación) pueden requerir de un procedimiento para restaurar la circulación (revascularización).

Nuevos tratamientos

La investigación en nuevos tratamientos para los pacientes que padecen pie diabético continua hoy más que nunca, algunos de los nuevos tratamientos son apósitos sintéticos, piel que crece en laboratorio, sustancias que aceleran la cicatrización (factores de crecimiento), estimulación eléctrica y exposición a oxigeno hiperbárico.

Para los pacientes con diabetes, las complicaciones del pie son un riesgo constante. Sin embargo es posible planear una estrategia para mantener al pie tan sano como sea posible. Es importante aprender acerca del cuidado de los piesy tomar un papel activo en las decisiones y cuidados médicos. Mientras que los exámenes de laboratorio rutinarios son importantes, la revisión diaria del pie es la mejor estrategia para evitar presentar complicaciones del pie en los pacientes con diabetes.

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