Curación de Heridas

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Tratamiento de las Úlceras Venosas

Las úlceras venosas o varicosas son secundarias a la insuficiencia venosa. Su tratamiento consiste en mejorar el retorno venoso para lograr su cicatrización usando distintos tipos de compresión (elástica, inelástica, o neumática intermitente) obteniendo así tasas de curación entre 30 y 75%.

Tratamiento de las Úlceras Venosas

Las úlceras venosas o varicosas son la causa de úlcera de pierna más frecuente, son secundarias a la insuficiencia venosa. Su tratamiento consiste en mejorar el retorno venoso, y con eso lograr su cicatrización. Para mejorar el retorno venosos se aplica compresión (elástica, inelástica, o neumática intermitente) obteniendo tasas de curación entre 30 y 75% de las úlceras venosas. Es necesario considerar numerosas variables, pero aproximadamente entre el 65-85% de las úlceras venosas llevan un tiempo de curación de 3 meses.

La terapia de compresión de 35 a 40 mmHg es considerada como la adecuada para el tratamiento de las úlceras venosas (UV). Numerosos estudios han evidenciado su superioridad por encima de otros tratamientos para el manejo de heridas avanzadas reduciendo el tiempo de curación y disminuyendo las complicaciones de las úlceras venosas.

El principio básico de esta terapia es ejercer presión en la extremidad y como consecuencia disminuir el edema y favorecer el retorno venoso al corazón. Es necesario entender distintos factores que afectan la compresión y con ello los resultados de la aplicación de ésta.

La aplicación de presión en una extremidad se mide en milímetros de mercurio (mmHg); habitualmente se aplica mediante un vendaje, aunque existen otras formas como las medias y la compresión neumática intermitente. La cantidad necesaria de presión se determina en función de las afecciones subyacentes y de la capacidad del paciente de tolerar la misma. La presión es más efectiva cuando el paciente se encuentra en movimiento, debido al apoyo que proporciona la bomba muscular al sistema de compresión.

La compresión deberá ser graduada, con una reducción del 20 al 30% de la presión desde el tobillo hasta por debajo de la rodilla, mediante este principio, se facilita el retorno venoso al corazón. Este efecto se obtiene al aplicar compresión a una extremidad de proporciones normales como resultado de los principios de la Ley de Laplace, estableciendo lo siguiente: a mayor número de capas, mayor presión, a mayor fuerza aplicada, mayor presión, a menor perímetro, mayor presión y a menor anchura del vendaje , mayor presión.

Los pacientes con alteración de la forma de la extremidad pueden precisar una remodelación de la misma con almohadillado absorbente antes de aplicar la compresión.

Tipos de compresión

Se reconocen dos formas básicas de terapia de compresión: elástica e inelástica. Esto depende de los materiales que conforman al sistema de compresión y de dos propiedades importantes como lo es la rigidez y la elasticidad.

La técnica con la que se aplica la compresión es muy importante, ya que un vendaje mal puesto puede dañar al paciente más que ayudarle a lograr la cicatrización de sus heridas.

Es importante que la aplicación de la compresión se realice antes de levantarse de la cama o durante los primeros momentos después de esto, ya que por gravedad, la pierna se desinflama al estar acostado, de tal manera que al vendar al paciente durante la mañana lograremos disminuir el edema durante todo el día.

La tendencia actual en la aplicación de compresión es el uso de distintos vendajes de materiales elásticos o inelásticos al mismo tiempo en una sola extremidad. Consulta a tu experto en manejo avanzado de heridas para que te pueda dar el tratamiento que más te beneficie.

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